Los caracoles son para mí como los callos, no me gusta comerlos pero dicen que me salen buenos cuando los cocino. Para esta receta, no voy a explicaros como deben limpiarse los caracoles, pues he encontrado en el Súper unos caracoles congelados que tienen una pinta estupenda, aunque si queréis, podéis usar caracoles en conserva o frescos y los limpiáis como acostumbréis.
INGREDIENTES
• 1 Kg. de caracoles
• 1 cebolla
• 2 dientes de ajo
• 1 guindilla
• 100 gramos de jamón serrano picadito
• 50 gramos de chorizo picadito
• ½ lito de salsa de tomate casera
• 1 vaso de vino blanco
• 1 cucharadita de carne de pimiento choricero o ñora
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal, pimienta, un poquito de tomillo y una hoja de laurel.
ELABORACION
Los caracoles que he comprado congelados vienen ya precocidos y la única elaboración que precisan es dejarlos descongelar metidos en un bol grande con agua del tiempo y luego cocinarlos de 20 minutos a media hora.
En una cazuela echaremos los dos dientes de ajo picaditos y antes de que doren añadiremos la cebolla picadita fina, salaremos y dejaremos que la cebolla se vaya pochando lentamente durante unos 10 minutos. Pasado ese tiempo, añadiremos el jamón y el chorizo picadito, cocinándolos un rato más y finalizaremos añadiendo la guindilla, la cucharadita de salsa de ñora y la salsa de tomate casera dejando cocinar a fuego suave unos 5 minuto más.
Pasado ese tiempo, añadiremos los caracoles, el vaso de vino blanco, la hoja de laurel y echaremos el tomillo y un poco de pimienta negra recién molida, moveremos bien, dejaremos que se evapore el alcohol del vino, taparemos la cazuela y coceremos a fuego suave de 20 minutos más a media hora, hasta que los caracoles tengan el punto que nos guste.