Las patatas al gratin o patatas gratinadas son un plato de origen francés, conocido allí por “Gratin dauphinois” en honor a su origen delfinés, en los Alpes franceses. Es un plato sencillo y muy bueno; con pocos ingredientes (básicamente patatas cortadas a rodajas finas, leche y nata) y que solo necesita de un buen horno y algo de tiempo.
INGREDIENTES (para 4 personas)
- 800 gramos de patatas
- 2 dientes de ajo
- 250 cl. de leche
- 250 cl. de nata (que podemos sustituir por leche evaporada)
- Pimienta negra recién molida
- Sal
- una pizca de nuez moscada molida
- mantequilla
ELABORACION
Para ir adelantando trabajo, precalentaremos el horno a 180º, calor arriba/abajo y con aire.
Lo primero que haremos será lavar las patatas y secarlas. Seguidamente las. pelaremos y las limpiaremos con un trapo. Ojo! es muy importante no lavar las patatas con agua, pues perderíamos el almidón que nos sirve para espesar y dar consistencia al plato.
Cortaremos las patatas a rodajas finas (unos 3 mm.) con una mandolina o con un un cuchillo, según nos parezca mejor.
Untaremos bien una bandeja de horno con el diente de ajo pelado y seguidamente untaremos, de nuevo, con mantequilla, generosamente, todo el fondo para que no se nos peguen las patatas.
Cubriremos el fondo de la bandeja con una capa de patatas, echaremos sal, pimienta negra y una pizca de nuez moscada molida, y seguiremos añadiendo capas de patata salpimentadas.
Finalmente, añadiremos, con cuidado, toda la leche y la mitad de la nata (o de la leche evaporada) e introduciremos la bandeja en el horno precalentado a 180º durante unos 45 minutos, aunque ese tiempo dependerá del grosor de las patatas, pero podemos comprobar si el gratin está hecho, pinchando con un cuchillo las patatas.
Si, durante la cocción, vemos que se nos tuesta demasiado, podemos tapar la bandeja con un trozo de papel de aluminio untado con mantequilla.