La clave de esta riquísima receta es lógicamente la salsa; una salsa “marinera”elaborada con productos muy frescos. En esta ocasión hemos empleado langostinos, calamares y mejillones, aunque podéis emplear los que más os gusten (almejas, berberechos, gambas, etc. etc.)
La pasta empleada en esta receta, “tagliatelle”, es pasta fresca, de buena calidad, adquirida en una tienda. Lo ideal habría sido tener tiempo para hacer una rica pasta casera, como ya hicimos en una receta anterior: “Pasta fresca casera a la putanesca”
INGREDIENTES
- 400 gramos de pasta fresca (en esta ocasión he utilizado “tagliatelle”
- 1/2 Kg. calamares frescos
- 1/2 Kg. langostinos
- 1/2 Kg. mejillones
- 250 gramos tomate triturado
- 3 dientes de ajo
- 1/cebolla
- 1/2 pimiento verde
- 1/2 limón
- 1 cucharadita de café de pimentón rojo (al gusto, picante, dulce o mitad y mitad)
- unas hebras de azafrán
- 2 vasitos de vino blanco
- 1 copita de brandy
ELABORACION
Vayamos por partes, que, aunque parece laborioso, no lo es demasiado y es sencillo de hacer, pero so trabajamos ordenadamente, todo irá muchísimo mejor.
1. Limpiamos los mejillones quitándoles las barbas. Los ponemos en una cazuela con 1 vaso de agua, 1 vaso de vino blanco el 1/2 limón y lo ponemos al fuego. Tan pronto se hayan abierto la totalidad de los mejillones (en 2 o 3 minutos ya estarán), se retiran del fuego. Cuando se han enfriado lo suficiente para manipularlos, los sacamos de sus valvas, los picamos y reservamos para después. El caldo obtenido, lo pasamos por un colador fino y lo guardamos para usarlo después.
2. Los langostinos los pelamos bién, retirando la cabeza, la piel, patas y cola y conservando el cuerpo bien pelado y limpio. Este lo cortamos en trozos de 1 Cm. aprox. y reservamos aparte.
3. En cuanto a las pieles, cabezas y colas que hemos retirado de los langostinos, los ponemos en una sartén a fuego vivo con un poco de aceite y dos dientes de ajo enteros y lo freímos, al mismo tiempo que vamos chafando las cabezas con una espumadera para extraerles todo el sabor. cuando estén bien fritas y chafadas, echaremos por encima la copita de brandy y lo flambearemos con cuidado de no pegarle fuego a nada de la cocina. Una vez apagado el brandy, ponemos 2 o 3 cucharadas del tomate triturado, un poco de pimentón y un poquito del caldo de los mejillones y bajaremos el fuego para que se vaya haciendo un poco más durante unos 5 minutos. Pasado ese tiempo, lo batimos todo bien con una batidora eléctrica y lo pasamos por un chino, obteniendo un concentrado de marisco que usaremos más tarde.
4. Los calamares, los limpiamos bien, retirándoles la piel exterior y limpiando la bolsa interior. Nos quedaremos con los tentáculos y las bolsas, que picaremos en trozos de 1X1 cm. aprox.
5. Ponemos en una sartén con un poco de aceite los trozos de calamar salpimentado y saltearemos a fuego vivo durante 5 minutos, retirándolos seguidamente.
6. En la misma grasa (añadiendo un poco de aceite más si hiciera falta) pocharemos lentamente la cebolla y el pimiento verde picaditos finos, añadiendo más tarde el diente de ajo, también finamente picado. Una vez pochadas las verduras añadimos el tomate triturado restante y seguimos cocinándolo.
7. Pasados unos diez minutos añadimos las hebras de azafrán, los calamares y el vaso de vino blanco. Cuando se haya evaporado el alcohol del vino añadimos 2 o 3 cucharones del caldo de hervir los mejillones, los mejillones picaditos y los langostinos cortados y dejamos que vayan juntándose todos los sabores durante otros 10 minutos más, añadiendo más caldo de los mejillones si hiciera falta. La salsa no debe quedar demasiado clara.
8. Se hierven los tagliatelle según las instrucciones que indique el fabricante, dejándolos al dente.
9. Nosotros decidimos emplatar, como aparece en la fotografía, haciendo un nido con los tagliatelle y poniendo en el centro una buena ración de la salsa de marisco.

Gracias Juan, ya llevo unos años disfrutando de tus recetas y nunca me fallan.
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Muchas gracias!!!
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