Debo reconocer que el bacalao es uno de los pescados con los que más me gusta cocinar, independientemente de que sea fresco o en salazón.
La receta que hoy traigo reúne, además del bacalao que tanto me gusta, a la reina de las salsas vascas, la salsa verde, una salsa muy fácil de hacer, pero que da siempre un gran resultado (y no tan solo con los pescados).
Plato fácil de hacer, no excesivamente caro, pero que queda exquisito.
Ah! y no olvidéis coger una buena barra de pan para untar.
INGREDIENTES
- 2 lomos grandes de bacalao fresco
- 200 gr. de guisantes cocidos
- 1/2 litro de caldo de pescado
- 1 vasito de vino blanco
- 3 dientes de ajo
- 1 cayena o un trozo de guindilla
- 1/2 cebolla
- una buena cantidad de perejil fresco picado
- 2 huevos duros
- 4 cucharadas de Harina
- Aceite de oliva virgen extra
ELABORACION
Empezaremos por preparar algunos ingredientes: cortaremos el ajo y la guindilla en láminas, picaremos fina la cebolla, prepararemos en un plato, un poco de harina para rebozar el bacalao. Reservamos.
Pondremos en una cazuela ancha y baja 3 o 4 cucharadas de Aceite de oliva a fuego fuerte. Mientras tanto, salpimentamos el bacalao
y lo pasamos por harina ligeramente. Cuando el aceite esté humeando, freímos los trozos de bacalao enharinados, (importante, al principio con la piel hacia arriba) durante 2/3 minutos por cada lado. Lo que queremos es que el pescado se nos selle por fuera y quede jugoso su interior. Una vez hecho, lo retiramos a un plato y reservamos.
Retiramos de la cazuela el aceite sobrante, solo queremos que quede lo justo para pochar la cebolla, y sofreímos los dientes de ajo laminados y la guindilla y, seguidamente, añadimos la cebolla picadita fina. Cocemos a fuego medio durante 8 o 10 minutos, hasta que la cebolla esté transparente y blanda. Echamos una cucharada de harina, rehogamos bien y remojamos con el caldo de pescado y el vino blanco. Dejaremos cocer unos 10 minutos, hasta que la salsa esté cocinada y bien ligada.
A continuación añadiremos a la cazuela los trozos de bacalao fritos que teníamos reservado, los guisantes cocidos y espolvorearemos con una buena cantidad de perejil picado. Taparemos la cazuela y cocinaremos a fuego lento unos 10 minutos más.
Dejaremos reposar. Añadiremos los huevos duros y ya podemos emplatar y disfrutar de este exquisito plato.
