Receta tradicional de croquetas, a cuya elaboración, el celebre y mediático cocinero Chicote ha añadido unos huesos de jamón que hirvieron con la leche y la nata para aumentar el sabor a ibérico. En mi opinión es una receta muy redonda, no excesivamente difícil y que, si se mantienen las proporciones, nos van a producir unos exquisitas croquetas con un maravilloso sabor a jamón ibérico.
INGREDIENTES
- 1 litro de leche
- 200 gramos de nata para cocinar
- 2 huesos de jamón (a poser ser, ibérico)
- 150 gramos de jamón (mejor de calidad, ibérico por supuesto)
- 100 gramos de mantequilla
- 40 ml de aceite de oliva virgen extra
- 200 gramos de cebolla
- 90 gramos de harina
- Sal, pimienta y nuez moscada
- Huevo
Pan rallado
ELABORACION
En una olla con tapa ponemos la leche y la nata junto con los huesos de jamón. Tapamos y dejamos que cueza durante 20 minutos.
Mientras tanto picamos la cebolla y el jamón, todo finamente.
En una cazuela grande ponemos la mantequilla el aceite de oliva y la cebolla, y dejamos que se cocine a fuego bajo durante 10 minutos aproximadamente, mientras seguimos hirviendo la leche y la nata con los huesos de jamón.

Pasado ese tiempo, agregamos el jamón y lo dejamos durante unos 5 minutos para que suelte su grasa natural.

Luego, agregamos los 90 g de harina dejamos que se haga durante cinco minutos, moviendo de vez en cuando para que no se pase el tueste.
Hay que añadir la leche (que habrá tomado el sabor de los huesos de jamón) poco a poco, removiendo bien para que no queden grumos.

Chicote insiste en que no debemos añadir más leche hasta que la mezcla no esté bien mezclada. Cuando hayamos incorporado toda la leche la dejaremos hervir a fuego muy lento durante 10 minutos. Al terminar sazonamos al gusto y ponemos un poco de nuez moscada y pimienta molida que terminará de darle ese toque particular de las croquetas.
Después hay que dejar que la masa se enfríe y coja consistencia para que esté más dura y se pueda trabajar bien. Podemos extenderla en una fuente o una bandeja para que se enfríe más rápido.
Para finalizar le damos forma a las croquetas y las empanamos pasándolas por harina (sacudiendo bien el exceso), huevo batido y pan rallado.

Hay que freírlas en aceite muy caliente, a unos 180ºC, en sartén o freidora. Así conseguiremos que la parte de fuera quede muy crujiente y el interior permanezca suave. Cuando estén doradas, las colocamos sobre papel de cocina para retirar el exceso de aceite.
